A dos años del fallo de La Haya conocido el 1 de octubre de 2018. 

Sucrepress.com

2020-10-02

A dos años de la estocada final contra las aspiraciones del pueblo boliviano de recuperar su salida al mar, todo el mundo en Bolivia se olvidó de este golpe inaceptable, porque está absorto por las elecciones, la chismografía y la corrupción.

No existe ninguna propuesta conocida de ningún candidato presidencial para reencaminar este anhelo de casi un siglo y medio.

Todos sabemos que fue rifado por apetitos políticos insaciables del anterior gobierno, pero hoy callan nuestros líderes sociales y políticos.

Más que esta aspiración que es de todos los bolivianos, ahora ocupan primeras planas y grandes espacios, la propaganda electoralista, la chismografía, el encono y la corrupción.

Un 90 por ciento de los partidos están en este charco, están absortos.

Todos callan porque no les conviene que se mencione a los actores del verdadero engaño que ha sufrido el pueblo boliviano. Éstos, son ahora, candidatos presidenciales y mencionarlos en esta coyuntura, sería poco menos que un suicidio para cualquier atrevido.

Hacerles recuerdo, sería quitarles votos, o tal vez alguien diría que las afirmaciones son de origen neoliberal, de la derecha o simplemente serían motejados como “enemigos de la democracia”.

Perdimos nuestra costa marítima en la guerra del Pacífico; perdimos nuestro derecho soberano con el tratado de 1904 convertido en ley por la oligarquía del norte y el 1 de octubre de 2018, perdimos la batalla final con el revés jurídico de La Haya.

¿Algo más?

Es altamente sorprendente el silencio sepulcral de la llamada clase política, de los actores sociales, de los actores del gobierno y curiosamente de las organizaciones “patrióticas” que apuntalaron el juicio de La Haya.

Total: la demagogia en nuestro país perdurará por siempre como la “regla de oro”, a no ser que “algún sector de nuestra nacionalidad” quiera poner fin a esta fiesta de máscaras donde nadie quiere mostrar su verdadero rostro.